lunes, 29 de julio de 2013

La importancia de saber educar para saber desobedecer


Susan Pick           
Presidenta de Yo quiero Yo puedo (IMIFAP)
www.yoquieroyopuedo.org.mx

Nuestra educación tanto en el hogar como en la escuela ve a la obediencia como uno de los más altos valores; a quedar bien con los demás, a ser “bien educado”. Muchos podrían exclamar: “¡Qué maravilla!, un país de gente obediente, bien educada, preocupada por los demás”. Pero no es tan sencillo. Más bien, obedecemos muchas cosas que deberíamos desobedecer y desobedecemos muchas que deberíamos valorar.



Así por ejemplo con frecuencia desobedecemos reglas de tránsito llevando a accidentes, no valoramos y por lo tanto, desobedecemos la legalidad llevando a corrupción en diferentes niveles, no respetamos (desobedecemos) los lugares de cada persona que va formada en una cola llevando a desorden y enojo por parte de aquellos cuyo espacio estamos violando.



Por otro lado, obedecemos y por lo tanto, valoramos muchas normas que deberíamos desobedecer. Por ejemplo para obtener poder somos capaces de mentir con impresionante facilidad, al apreciar una determinada imagen pública por encima de la verdad valoramos el engaño y al encubrir trampas y abusos estamos obedeciendo y valorando algo contra lo que deberíamos luchar.



Nos encontramos ante la disyuntiva: ¿Cuáles valores deberíamos promover y de que manera? ¿Cómo vamos a aprender a obedecer lo que hay que obedecer y desobedecer aquello ante lo cual nos urge rebelarnos? ¿Qué pasos debemos seguir para valorar aquellos que nos permita abrirnos nuevas y mejores oportunidades?



Se requieren pasos que son sencillos de entender, no tan fáciles de instrumentar. Veamos. En paralelo con entender la confusión entre obediencia y desobediencia que acabo de describir, podremos apartarnos de ella e ir construyendo una formación diferente tanto en la casa como en la escuela y los medios masivos. Esta podrá estar basada en valores orientados al crecimiento de toda persona no solo del político o del educador, a una toma de decisiones informada, autónoma y responsable en lugar de a una ciega obediencia, a una comunicación directa y transparente en lugar de una que oculta y confunde, a políticas públicas orientadas al desarrollo individual, familiar y comunitario no solo a regalar dinero y despensas, a quedar bien y “hacer como que hacemos”; mucho menos solo al poder y al “cuatismo”. Si logramos valorar, desarrollar y utilizar este tipo de habilidades para la vida estaremos cambiando valores de sumisión, apariencia y mentira por participación responsable, análisis y transparencia (base de una ciudadanía participativa y responsable y la verdadera democracia). Asimismo podremos convertir estos valores en conductas concretas que nos abrirán las puertas del desarrollo como personas y como país.



Al tomar este tipo de valores como punto de partida, estaremos formando mexicanos que sean agentes de sus propias vidas, las de sus familias y comunidades en sustitución del status quo actual de mexicanos que vivimos en el miedo, mentira, enojo y pena y, que valoren la iniciativa y la productividad en lugar de la obediencia y sumisión.



Yo Quiero, Yo Puedo (IMIFAP) es una ONG que desde hace casi 30 años busca despertar el potencial de cada persona mejorando su calidad de vida.



Yo Quiero, Yo Puedo (IMIFAP) ha facilitado las herramientas con más de 20 millones de personas que han ampliado sus oportunidades, participado como ciudadanos y tomado el control de sus vidas.

www.yoquieroyopuedo.org.mx





Bienvenidos al blog Yo quiero Yo puedo

Martha Debayle

En tiempos de agitaciones y crisis sociales como los que estamos viviendo; días difíciles en los que se reducen los espacios para el amor fraternal, la tolerancia y la sana convivencia familiar, brota la necesidad de una transformación que aumente nuestro bienestar y nos ayude a cambiar nuestro entorno. Por ello,  Yo quiero Yo puedo quiere hoy dar la bienvenida al movimiento que brinda la motivación y las herramientas para cambiar nuestras vidas. Yo quiero Yo puedo es la nueva imagen del trabajo de más de 25 años de IMIFAP, y llega con la fuerza necesaria para seguir motivando a las personas a ser agentes de cambio de sus vidas, las de sus familias y comunidades. Nueva imagen, metas más amplias y más fuertes, de un movimiento que rompe con la violencia, la indiferencia, y facilita habilidades para la vida para que las personas se conviertan en agentes de cambio, logrando la mejora integral de sus propias vidas y el desarrollo de la sociedad.



Yo quiero Yo puedo se enfoca en lograr el desarrollo de una ciudadanía participativa, trabajando por la solidaridad y rompiendo con  la culpa, el miedo y la pena, que nos imposibilitan conocernos, conectar con los demás y ser mejores ciudadanos. Hoy te invita a ser parte de su ánimo, Yo Quiero Yo puedo te da la bienvenida a su nueva etapa, en la que trabajar vivencial y participativamente para lograr el empoderamiento de las personas, es su fundamento para la evolución de nuestras sociedades.
 

Con la disposición para mejorar nuestras vidas, cambiamos nuestro contexto, porque motivamos la participación responsable de los demás, en los ejes principales de Educación, Salud, Ciudadanía y Productividad, y con ello, actuamos con la  toma de decisiones informadas y responsables a favor de la prevención de enfermedades físicas y emocionales.
México a pesar de sus problemas, cuenta con una sociedad fuerte que lucha y trabaja por sobrevivir cada día, y en ese esfuerzo es capaz de superar sus barreras, es un país que cuenta con personas capaces de romper con sus ataduras, personas que quieren y pueden ser agentes de cambio de sus vidas y de sus comunidades. Primero solos y luego acompañados vamos a transformar nuestro entorno, nuestro país;  Yo quiero Yo puedo es el movimiento que empuja a la transformación para ser mejores. El movimiento Yo quiero Yo puedo está en marcha y tú estás en él. Porque Tú quieres, Tú Puedes.